Calavera de la Esc.Melchor Ocampo Matutina
Rondando la “Melchor Ocampo”
andaba la calavera,
con sus libros bajo el brazo
buscaba atenta la galera.
Entró a la dirección, y
se encontró con Luis Carlitos…
-¡ A este me lo llevo,
aunque sea de los chinitos!
Ya venía de salida
y vio al profe clemente
que venía con susanita
y que se les empareja enfrente.
-¡Díganme la tabla del tres!;
le pregunto a los despistados,
no le supieron responder
y que se los lleva reprobados.
Se asomó a sexto año,
y encontró al Profe Rogelio
que le dijo: - ¿Qué haces aquí,
si esto no es un cementerio?
Enojada la parquita
de un empujón lo mató,
¡Pobre maestro Rogelio,
todo mundo le lloró!
Ya le andaba a la huesuda
y al baño se dirigió
pero Ramón los estaba lavando
y ahora si que se enojó.
Del puro coraje, la parca,
a jabonazos se llevó,
a Don Ramón de este mundo
al panteón lo acompaño.
Todo enjabonado;
El piso del baño quedó,
Y como Irasema iba entrando
de un resbalón se murió.
Juanita y Reina lloraban,
Y se preguntaban ¿Qué pasó?
Y la muerte se carcajeaba
Pues ahí ni las manos metió.
-¡Conste que no fue mi culpa!,
La muerte les dijo a las dos,
-Pero me faltan dos maestras
Pa`completar mi colección.
andaba la calavera,
con sus libros bajo el brazo
buscaba atenta la galera.
Entró a la dirección, y
se encontró con Luis Carlitos…
-¡ A este me lo llevo,
aunque sea de los chinitos!
Ya venía de salida
y vio al profe clemente
que venía con susanita
y que se les empareja enfrente.
-¡Díganme la tabla del tres!;
le pregunto a los despistados,
no le supieron responder
y que se los lleva reprobados.
Se asomó a sexto año,
y encontró al Profe Rogelio
que le dijo: - ¿Qué haces aquí,
si esto no es un cementerio?
Enojada la parquita
de un empujón lo mató,
¡Pobre maestro Rogelio,
todo mundo le lloró!
Ya le andaba a la huesuda
y al baño se dirigió
pero Ramón los estaba lavando
y ahora si que se enojó.
Del puro coraje, la parca,
a jabonazos se llevó,
a Don Ramón de este mundo
al panteón lo acompaño.
Todo enjabonado;
El piso del baño quedó,
Y como Irasema iba entrando
de un resbalón se murió.
Juanita y Reina lloraban,
Y se preguntaban ¿Qué pasó?
Y la muerte se carcajeaba
Pues ahí ni las manos metió.
-¡Conste que no fue mi culpa!,
La muerte les dijo a las dos,
-Pero me faltan dos maestras
Pa`completar mi colección.
Por mas que corrieron las pobres,
al panteón se las llevó,
pero a la huesuda le faltaba
visitar computación
Ahí se encontraba Dianita
en la compu trabajando
en eso llegó la muerte
despacito caminando.
-¡Es tu hora, ya te toca,
Ahora vengo por usted!
Pues ya a todos los maestros
De esta escuela me llevé.
-¡No comadre, como crees!
Le dijo atenta la maestra,
Mejor vamos a Internet,
A bajar más calaveras.